![]() |
Galería de Imágenes |
Comunidad de Ayquina bendijo bajo el manto de la Virgen su
misión pastoral en la Diócesis de San Juan Bautista .
En el marco de la Visita Pastoral
que inició esta semana en la Parroquia San Francisco de Asís de Chiu Chiu y que
lo han llevado recorrer los pueblos andinos del Alto Loa, de la Diócesis San
Juan Bautista, al Obispo Óscar Blanco Martínez le correspondió celebrar su
Tercer Aniversario de Ordenación Episcopal.
Fue a los pies de la Virgen de
Nuestra Señora de Guadalupe, en el Santuario de Ayquina ubicado a 80 kilómetros
al Este de Calama, que el Pastor inició su ministerio Episcopal y quiso que
fuera en este mismo lugar en donde celebrar este aniversario.
Luego de participar en la Misa,
la comunidad de Ayquina - Turi, en un ritual propio de la religiosidad andina y
mariana, junto al Párroco del lugar, Padre David Vargas Cabana, bendijeron al
Pastor bajo el manto de la Santísima Virgen. Un momento de mucha comunión con
el obispo por quien elevaron oraciones y agradecieron a Dios por su ministerio.
El Obispo Óscar Blanco agradeció
este gesto de la comunidad que reconoció fue de mucha emoción, especialmente
porque durante su ministerio y en contacto con las comunidades del interior de
El Loa -he aprendido de su sencillez, de entrega generosa y de amor a
Cristo y María-.
Monseñor Blanco manifestó que
luego de llevar algunos días en Visita Pastoral ha podido constatar que la
crisis que se vive en la Iglesia chilena por los casos de abuso, no han mermado
la manifestación de fe en el pueblo sencillo, en el pueblo de la piedad popular, de costumbres y tradiciones. "Es un pueblo que se mantiene tan firme con
una gran fe en Dios, en la Virgen y en sus santos patronos que es una tremenda
lección para los Pastores".
Agregó "esta fe es un camino, una enseñanza a seguir, en donde el clericalismo y de la forma jerárquica
en que está organizada la Iglesia, no nos hace bien y que el lema de esta
Visita Pastoral , "Que el Crezca y yo disminuya" debe ayudarnos a
corregir. Hay una necesidad tremenda de que Cristo crezca, el amor de Dios se
manifieste en nuestras vidas en nuestro corazones y que nosotros (pastores) nos
ubiquemos donde debemos estar, somos servidores".